Paseo nocturno

Que noche mas calmada y estética, demasiado para mi gusto, no había mucho que hacer la verdad, hasta este momento deberian ser las 11:00 pm , se podría decir que no había nada qué hacer, ni siquiera al menos cazar el alma de un demonio por diversión, nada, decidí ir a caminar por las actualmente casi deshabitadas calles de death city simplemente para verificar y aun mejor en caso de que hubiera alguna cosa, por mas mínima que fuera, alguna cosa que me pudiera entretener por tan solo unos simples segundos, ademas, nunca se sabe que pueda pasar
-Pero que aburrido que hay aquí...-
Dije en un tono regular seguido de un suspiro, metí las manos a mis bolsillos y continué caminando por un camino al azar.

Me encontraba apoyada sobre la fría pared de una tienda que ya estaba cerrada. Estaba haciendo una de las rondas que me había designado Shibusen, cuidando de que ninguna amenaza atentara contra un inocente. Resguardar la seguridad de los ciudadanos, esa era mi tarea, aunque realmente no había nadie cerca.
Algún que otro cartel luminoso se podía distinguir entre las calles de Death City, pero ninguno llamaba mi atención. Esta ciudad era extraña y no lograba habituarme a ella del todo, o al menos no como realmente quisiera. Tenía un aire tétrico y lúgubre, hasta la vida natural, como los árboles, tenían formas extrañas y tenebrosas. No es que me diera miedo, no, simplemente que era bastante curioso cuanta justicia hacia Death City a su nombre. Además, serian los nerviosismos por ser mi primera ronda nocturna… Si, eso debía ser, nada por lo que preocuparse.
Ya era bastante tarde, aunque no tenia manera de saber la hora exacta, podía suponerlo ya que hacia un buen tiempo ya que el sol se había puesto en el horizonte. Me cruce de brazos y me dispuse a salir de allí, estaba todo bastante tranquilo y no parecía que ningún diabólico ser fuera a parecer pronto. Tal vez podría dirigirme a la zona de parques, con suerte encontraría alguna banda de delincuentes a los cuales patearles el trasero. Si, eso me divertiría, un rato al menos. Sin embargo, antes de que diera el primer paso, mi mirada dio con alguien más en esa solitaria calle. Un chico rubio caminaba, muy tranquilo, iluminado por los faroles que alumbraban la calle. Fruncí el ceño sin dejar de observarlo ¿Qué hacia un chico a estas horas, caminando solo? Nada bueno, seguramente.

-¡Hey, tú! ¿Qué es lo que haces por aquí? Deberías estar durmiendo en tu cama, niño.

Dije con una sonrisa, pero atenta a cualquier movimiento sospechoso. Ya me había informado de los peligros de la noche de Death City. Kishins y desertores rondaban, como ratas, buscando alguna victima. Mientras más inocente pareciera, mas peligroso era… Tal vez me estaba volviendo algo paranoica, o simplemente estaba muy aburrida. En cualquiera de los casos, este chico había despertado mi curiosidad.

La noche parecia bastante calmada, aunque comparandonla con las demas, era igual, como una rutina diaria que se repite una y otra vez..., a media caminata, de todas las cosas que podrian haber pasado, paso encontrarme con una perosna totalmente desconocida, aunque como siempre, debia estar alerta, la mayoria de gente inocente siempre termina en el camino erroneo, siempre kishin,o bruja, o alguno que otro simple demonio, aunque a la luz de la luna,aquella persona no parecia maligna, y yo de por si no presentia maldad alguna, solo la que una persona regular tendria, algo baja, aparentemente parecia del shibusen, fijamente no podria definir si tecnica o arma..., le escuche a aquella chica que hacia alguien como yo en un lugar como este en un tiempo como el actual, al parecer tampoco tenia idea de quien era, y por su tono al parecer sospechaba algo malo de mi, sera posiblemente por que los demonios atacan mas comunmente a esta hora..

-Yo simplemente buscaba divertirme a mi manera- dije en un tono algo confiado acompañado con una sonrisa.

-¿Que haces tu por aqui?- dije seguido del anterior comentario de una manera muy parecida al anterior.

Mi sonrisa, tan confiada, se borro al escuchar su respuesta. Parpadee, sorprendida, ante la confianza de ese muchacho. No parecía alguien muy amenazador, pero la forma en que había contestado... Cualquier otro crió iluso hubiera empezado a temblar. Además, ese chico profesaba cierto aire misterioso. Sacudí levemente mi cabeza, alejando esos tontos pensamientos de mi mente, no era el momento para eso.

-Je, ¿Te crees muy listo no? Bueno, tienes suerte. Como estoy de buen humor te diré quien soy y que hago aquí.

Conteste con un aire de grandeza y cierta emoción en mi interior. Estaba segura de que cuando escuchara lo que tenia que decirle, en su tranquilo y egocéntrico rostro se formaría verdadera sorpresa. Mi confiada sonrisa se amplio al imaginarme la escena. Dejando de estar apoyada en la pared, camine hasta interponerme en el camino de aquel sujeto, disminuyendo la distancia que nos separaba a tan solo unos tres metros o así.

-Mi nombre es Reaper y soy un Arma de Shibusen. Estoy aquí para resguardar la seguridad de Death City.

Hable, con un tono condescendiente y manteniéndome de brazos cruzados. Nunca deje de sonreír, ni tampoco de verlo directamente a los ojos. Quería ver su reacción y deleitarme.

-En fin. Te lo dejaré fácil. Identifícate y dime exactamente porque rondas por la ciudad a estas horas, y tal vez te deje ir sano y salvo.

Le advertí, poniéndome seria, pero sin dejar de sonreír. Mi corazón comenzó a latir con mayor rapidez. Quien sabe, tal vez esta noche no iba a ser tan aburrida después de todo.

Conforme iba avanzando la charla, algo cambiaba en el ambiente alrededor, definirse concretamente no podria, debido a que aquel ambiente no era muy comun, aunque no era muy extraño en un primer encuentro de dos personas desconocidas, le escuche decir acerca de creerme muy listo y que por causa de su buen humor, contestaria a mis preguntas, al parecer pensaba de mi como un egocentrico y calmado niño cualquiera, aunque esa impresion es la que suelo dar ante desconocidos..., cuando contesto, se podia percibir un aire de grandeza y algo de emocion, aunque no pareica reverlar eso facilmente, noté como se acerco poco a poco, aunque no fue mucha la distancia que avanzo, al parecer tenia una de esas expresiones que esperaban expresar miedo hacia otras personas, interesante, tal ves esta noche no terminaria tan aburrida como pensé, luego dijo algo acerca de que le dijera mi nombre y el por qué de estar aqui, ya que respondio mis preguntas, le devolvi el favor respondiendole a las suyas.

-Mi nombre es Akira, al igual que tu,soy un estudiante del shibusen, pero a diferencia tuya, no soy un arma, sino un shinigami, y el por que de estar aqui es que queria entretenerme un rato cazando algun demonio o algo parecido-

dije en un tono regular mientras la miraba directamente a los ojos junto con una sonrisa firme en mi rostro.

Y nuevamente, ese chico me sorprendió. Muy tranquilo, por fin me revelo quien era y lo que dijo realmente me descoloco un poco, haciendo que mi aspecto de chica ruda y llena de confianza flaqueara un poco. Y es que, se trataba de un estudiante de Shibusen, pero lo más importante ¡Era un Shinigami! Si, había escuchado hablar de ellos antes. Y sí, obviamente, sabía que Shinigami-sama era uno de ellos, y su hijo, Death The Kid, si no recordaba mal, también. Pero no esperaba conocer a alguien más de esa naturaleza. Trague saliva mientras intentaba aparentar serenidad, manteniendo mi postura de brazos cruzados y una mirada entre seria y amenazadora. La verdad es que ya había perdido toda tranquilidad de mi ser. Seguía emocionada y ahora, lo peor, es que desconocía la razón. Además, se notaba honestidad en sus palabras y no podía dudar de el aunque quisiera. Era algo extraño y no me estaba gustando.

-Vaya. Eh, bueno… Si tanto demonio buscas podrías serme útil, después de todo y como ya te dije, estoy en una ronda nocturna.

Le dije, con tono seguro y demandante. Realmente me salio como una orden, más que como un pedido.

-Aunque siendo sincera no he encontrado nada fuera de lo común. Y… ¡Y no es que te necesite tampoco! Solo digo que… Uh, pues, seria caballeroso el no dejar a una chica, camarada, sola. Es decir… ¡Bah, haz lo que quieras!

Termine por hablar, en un tono bastante alto y nervioso, casi gritando, para luego darle la espalda y comenzar a caminar, ignorándolo y sin despedirme. Me había puesto bastante nerviosa y hasta me estaba liando con que decirle. Que idiota, ahora pensaría que soy una clase de demente o algo parecido. No es que me importara lo que pensaba ese tal Akira sobre mí, o sobre cualquier cosa. Suspire y mis brazos cayeron a mis costados, en un gesto derrotado. Bueno, la verdad si me causaba algo de curiosidad, se notaba seguro de si mismo y maduro, pero sin perder cierta picardía. Nuevamente, sacudí mi cabeza, tenia que dejar de pensar en eso.

Al parecer entre mas avanzaba la charla, aquella chica perdia aquella seriedad de antes, como si fuera perdiendo aquel motivo de seriedad conforme iba avanzando el tema, al parecer ya no estaba tan tranquila como hace unos segundos, pero intentaba aparentar que aun seguia igual, al parecer no le funciono muy bien aquel engaño, al menos no conmigo, le escuche decir algo acerca de quedarme como una ayuda, aunque aquella "peticion" sono en un tono algo imperativo, por lo que sono mas como una orden que una peticion, aun asi, no era capaz de decir no ya que si aparecia algun demonio, seria interesante darle caza, y el alma seria de ella debido a que a mi no me sirven demasiado las almas de demonios como a ella, despues de que continuo hablando, parecia un tanto mas alterada, el por que era desconocido, luego observe como se daba la vuelta y marchaba, como si nada, como si no existiera, al parecer se sentia derrotada, me le acerque y le conteste a lo de hace poco, puede que me estuviera ignorando, pero aun asi, le conteste.

-Acepto la propuesta- le dije con una sonrisa un tanto mas alegre en mi rostro y una leve risa.

Luego de dar unos cuantos pasos, Akira se acerco a mi y con alegría me contesto que me acompañaría, riendo un poco. Le observe viéndolo de reojo, sin dejar de caminar, e inevitablemente una pequeña sonrisa se formo en mi rostro. Ahora por lo menos no tendría que caminar sola. Cierto silencio se formo en el ambiente, mientras dirigía mi mirada hacia la brillante luna, que sonreía de forma extraña como siempre solía hacerlo.

-Y bien, Akira… ¿Hace cuanto estas en Shibusen?

Le pregunte, viéndole con curiosidad en mis ojos, en un intento por iniciar una conversación. Hace poco que estaba en Shibusen y no conocía a demasiadas personas, además, no siempre tenias la oportunidad de encontrarte con un Shinigami. Eso me hizo recordar el por qué de estar allí, en esa ronda nocturna, completamente sola. El encargado de designar los grupos y turnos, me había dicho que no tenía a nadie mas para ese horario y que solo había quedado yo para cubrirlo. Apreté los puños y un gesto molesto se formo en mi rostro, inconcientemente. Estaba segura que solo mentía, ya que realmente no me llevaba muy bien con mis compañeros de clase y podía apostar que esa era la razón por la cual nadie había querido acompañarme. No me importaba demasiado si nadie quería estar conmigo, lo que me molestaba es que ese sujeto no había tenido la dignidad de decirme la verdad.

-Idiota…

Susurre con molestia y cierto fastidio en mi tono de voz. Inmediatamente, dirigí mi mirada hacia Akira, dándome cuenta de que me había perdido en pensamientos y tal vez él me había escuchado.

-Uh, no hablaba de ti, si es que me escuchaste.

Le aclare, girando mi cabeza para observar los alrededores. No parecía haber nada fuera de lo común. Nada por lo cual preocuparse. Empezaba a creer que le hacían demasiada fama a las llamadas “peligrosas noches de Death City”.

Despues de mi comentario, siguio un profundo silencio en el ambiente, aunque muy comun en las noches de death city, me pregunto acerca de hace cuanto estaba inscrito en el shibusen, ya hace tanto tiempo que habia estado en el shibusen que no recordaba, puede que al decirlo,pensara que seria algo patetico, pero es mejor que no tener el suficiente valor como para mentir.
-Siendo sincero, ya ni siquiera recuerdo- dije mientras me rascaba la nuca en señal de que era algo patetico.
Despues de decir aquel comentario, note como aquella chica al poco tiempo empezo a denotar una expresion llena de ira, a parte de que empezo a apretar sus puños, denotando aun mas ira, despues le escuche decir la palabra "Idiota", habra pasado algo antes que la habra enfurecido tanto?, no tenia ni la mas minima idea, luego le escuche que no era hacia mi aquella palabra, eso me tranquilizaba un poco por dentro, ya que no me agradaba demasiado hacer enemigos, despues de un rato de silencio, senti una presencia maligna, luego voltee y observe a alguien caminando hacia aca, en mi mente pense "Debio ser mi imaginacion", cuando observe bien, note a un demonio con un alma muy parecida a la de un kishin autentico, no igual pero muy parecida, seguramente sera que estaba muy cerca a ser un kishin autentico, y como estudiante del shibusen, era mi deber detenerlo, sin decir nada me lance al ataque contra aquella cosa.

Spoiler:

Al escuchar su respuesta a la pregunta que le había hecho, sonreí y luego comencé a reír, divertida. Realmente me había hecho gracia el haber notado que lo dijo con sinceridad.

-Hahaha, de verdad eso suena bastante despistado de tu parte. Tal vez es porque estas muy viejo.

Volví a hablar una vez termine de reírme, en tono entre burlón y bromista. Sin embargo, antes de que pudiera seguir con mi seguidilla de comentarios burlescos, observe como Akira detenía su paso y se daba la vuelta. Extrañada ante esto, hice lo mismo, girando y viendo que le llamaba tanto la atención. Lo que me encontré no fue del todo bonito. Alguien caminaba, tranquilamente, acercándose a nosotros. El problema es que no parecía una persona que fuera a preguntarte el nombre de alguna calle o algo así. Un escalofrío recorrió mi columna al notar que tenia una pinta de demonio bien definida, si hasta cuernos en la cabeza llevaba. Volví a apretar fuertemente mis puños, esta vez por el nerviosismo y la emoción.

-¿A-… Akira?

Dije su nombre a modo de pregunta, buscando que me diera alguna orden o algo así, pero sin poder pronunciar ninguna palabra más. Solo que al parecer el no me escucho, y simplemente se lanzo contra aquel sujeto que caminaba hacia nosotros. Al parecer ya tenia experiencia enfrentando criaturas malignas, eso o era muy valiente. Por mi parte, al ser la primera entidad demoníaca que veía en persona, estaba bastante nerviosa. Y es que la pinta de ese sujeto intimidaba bastante.
Sacando cualquier temor de mi cabeza, observe como la criatura desaparecía antes de que el Shinigami pudiera tocarlo siquiera. En su lugar, una especie de sombra, completamente negra, se formo. Esta sombra se movió por si misma, como levitando, alejándose de Akira a una velocidad considerable y quedando separado a unos cuantos metros, donde volvió a materializarse ese demonio, que ahora tenia una sonrisa enorme, mostrando grotescos y afilados dientes. Estaba burlándose, y lo peor es que estaba ignorándome completamente, solo observando al Shinigami rubio.

-Ja, no me jodas, ya te estabas tardando bicho.

Hable con tono irónico, viéndolo con una mirada confiada y una sonrisa burlona. Inmediatamente, antes de que pudiera siquiera girar la cabeza para verme, corrí hacia él con el puño fuertemente apretado, usando la mayor velocidad que tenia. Al estar frente a frente con ese demonio, le arroje un golpe con todas mis fuerzas al rostro. Pero algo inesperado sucedió. Entre mis posibilidades, estaban que simplemente se quitara del camino utilizando esa habilidad para volverse una sombra, pero no lo hizo. En su lugar, detuvo mi golpe con una mano, apretándola con fuerza. Gemí por la sorpresa y el dolor. Antes de que pudiera hacer nada, apretó aun más fuerte mi puño capturado y un sonido hizo eco en mi cabeza: “Crack”, me había roto varios huesos de la mano. Iba a gritar por el dolor, pero me tapo la boca usando su mano libre. Era enorme, casi podría cubrir todo mi rostro. Intente hacer que me soltara pateándolo, pero fue en vano. Con su enorme fuerza, me elevo, haciendo que mis pies dejaran de tocar el suelo. Comenzaba a sentirme mareada y asqueada… No había podido hacer mucho y solo estaba siendo humillada por este maldito ¿Así iba a terminar todo para mi? ¿Tanto esfuerzo para nada?

Despues de siquiera intentar golpearlo, aquel demonio se reemplazo por algo que aparentaba ser una sombra, sonrei y mire a la sombra mientras retrocedia, sin perder en ningun momento la emocion, simplemente dije en un tono bajo despues de eso
-Esto al parecer sera interesante-
Despues vi como se materializo por aquella sombra, primera vez que veia una tecnica asi pero no la primera que me impresionara asi, luego vi como en su rostro aparecio una sonrisa burlona, como una seña de que se burlaba de mi, considerandome algo patetico, enfurecí un poco despues de aquel seña, pero recorde que no debia perder mi cordura, pelear con ira seria mucho peor que pelear con las manos atadas, despues de apenas inclinar minimamente mi pie hacia delante, note como reaper salio corriendo hacia el al igual que yo hice pero al parecer no planeo bien lo que haría, un error frente a esa cosa, vi como ese demonio facilmente le agarro el puño y como le tapo la boca con la mano que tenia libre, seguidamente como la levanto como si fuera un muñeco de trapo, algo impresionante pero no nuevo, en especial en el caso de un demonio, enfureci un tanto mas por ello, ademas de que al parecer se pondria mas dificil combatir contra esa cosa si sujetaba a reaper, ya que eso restringiria mi movilidad un poco, en fin, me le lance directamente con el fin de que se moviera y soltara a reaper, eso me facilitaria el asunto, lo ataque con fines de que la soltara y efectivamente cuando realice mi golpe, la solto, asi se me facilitaria el combate, le di una patada en las piernas con el fin de que cayera al piso, y a medio vuelo le di un puñetazo en todo el estomago, haciendolo retroceder, me puse delante de reaper, al menos mientras se levantaba, ya que si se repetia lo de hace rato, podria ser mucho mas problematico, me puse en una posicion de combate en caso de que esa cosa atacara una vez mas.
-Este combate sera interesante- dije con una sonrisa en mi rostro y una leve y corta risa proveniente de mi.

Repentinamente, caí al suelo de rodillas y aquel asqueroso demonio fue alejado de mí. Gruñí un poco debido que mis rodillas, expuestas, se lastimaron un poco con la caída, aunque nada importante. Inmediatamente, lleve mi mano sana a tocar la mano que antes había recibido bastante daño debido al apretón del ser demoníaco. Con solo tantear con mis dedos pude notar que mis sospechas eran ciertas, tenia varios huesos rotos y prácticamente cero movilidad con la mencionada mano, que era la derecha. Escuche a Akira decir que la pelea seria interesante. Vaya, realmente le gustaba la acción, sin embargo no podía quitar de mi propia mente el dolor de la mano lastimada.


-Maldita seas… Esta me las va a pagar.

Susurre viendo mas allá de la espalda de Akira, que se encontraba en frente mío en posición de combate, observando directamente a nuestro enemigo. Seguía con esa sonrisa en su horrible rostro y eso me hacia enfadar aun mas. Me levante, sosteniendo mi mano herida con la otra. Tenia que darle las gracias a Akira por salvarme, sin el no se que hubiera pasado… Pero eso seria mas tarde. Ahora había un demonio del cual encargarse. Respiré profundamente y entonces decidí que seria mejor avanzar antes de que él lo hiciera primero.

-Akira. Esta vez iré en serio. No creo que se proteja, seguramente esquivara con esa habilidad que utilizo antes. Necesito que estés atento-

Le hable a mi ahora compañero, en voz baja y en un tono neutral. Inmediatamente después de que terminara de decir aquello, mi brazo izquierdo fue cubierto por una luz negra. Aquella luz tomo la forma de una armadura en el mismo brazo, y entonces mi forma de Arma por fin se materializo. Sonreí levemente, tragándome mi furia y decidida a no cometer otro error tan tonto como el anterior. Corrí nuevamente, pasando al lado del Shinigami y avanzando directamente al ser demoníaco, que seguía sonriendo. Perfilé mi brazo/armadura para atacarle y antes de que mi puño pudiera tocarle, se convirtió en aquella sombra. Sonreí nuevamente, ya que era exactamente lo que esperaba que hiciera. Sin perderle de vista, la sombra se alejo unos cuantos metros de mí, hacia una zona aparentemente segura. Ahora quedaba en manos de Akira, esperaba que el pudiera hacerlo mejor de lo que yo había intentado en mi humillante primer avance… No había podido verle cuando me saco al maldito de encima, así que esta vez no perdería de vista a ese Shinigami.

Sin perder vista en aquel demonio, continue esperando a que reaper despertara, despues de que desperto,me dijo algo acerca de atacarlo mientras estaba fuera de guardia, al parecer ahora si tenia un plan y una idea concreta de que hacer en esa situacion, finalmente tomo las cosas con calma, vi como transformo su brazo izquierdo en su forma de arma, una armadura, al parecer el plan era que ella atacara falsamente para que yo atacara cuando el demonio estuviera con la guardia baja, simplemente sacudi mi cabeza de arriba hacia abajo levemente denotando un gesto referente a la palabra"entendido", espere al momento de atacar, sin perder ni un segundo de vista al demonio y a reaper, en caso de que tuviera que entrar de nuevo antes de tiempo, sorpresivamente, todo marcho como se espero, despues de que aquel demonio evadio el ataque de reaper como una sombra y luego se volvio a materializar, de inmediato le di una patada en la cara, haciendole perder el equilibrio, le patee los pies con el fin de hacerlo caer, y a medio vuelo, le di un puñetazo en todo el estomago, haciendolo retroceder y estrellandolo contra un edificio cercano, aparentemente hice un movimiento casi igual al de antes.

Observe atentamente como el Shinigami se movía a gran velocidad y propinaba una secuencia de golpes bastante fuertes antes de que el enemigo pudiera materializarse completamente. El ultimo golpe, además, haciendo que el demonio fuera enviado directo a estrellarse contra la pared de un local cercano. La táctica había funcionado a la perfección y sonreí mostrando mis dientes por ello. Sentí una punzada, que hizo que mi sonrisa se borrara, en mi mano derecha, la herida, y al darle una rápida mirada note como empezaba a mostrar signos del daño. Unas cuantas manchas moradas adornaban la piel. Un gesto de malestar se formo en mi rostro, pero luego fue reemplazado por una mirada seria, al notar como los escombros en donde estaba el demonio comenzaban a moverse. Debía estar concentrada en el combate, es lo que importaba en estos momentos. Ya después podría ocuparme del resto.
Finalmente, nuestro rival salio de entre el polvo y los restos de pared. En su cara ya no estaba aquella asquerosa sonrisa, en su lugar, un gesto de odio absoluto estaba presente. Se había enfadado en serio y parecía preparado para despedazar a alguien. Eso me hizo reír, de verdad se veía bastante cabreado… El problema fue que llame la atención del demonio, quien me observo con ira en sus ojos. Trague saliva mientras retrocedía un paso. Y fue entonces cuando se me lanzo encima. Con un enorme salto, se puso sobre mí con ambas garras estiradas para arrancar mis entrañas. Me quede paralizada, no podía moverme en lo absoluto ni tampoco formar un pensamiento coherente que me sacara de esa situación.


Aah… ¡AAAAAH!-

Grite bastante alto y apretando mis ojos con fuerza, con verdadero miedo en mi tono de voz. Y entonces algo en mi pareció reaccionar. Antes de que aquellas peligrosas garras me tocaran, mi instinto de supervivencia salio al rescate. No quería morir, eso lo sabia con total seguridad, y no iba a dejar que pasara en un futuro cercano. Mi cuerpo, de la cabeza a los pies, se transformo en una energía completamente negra, como la misma noche. Esta energía rápidamente se traslado y envolvió a uno de los brazos de Akira. Entonces, de esa misma energia se materializo mi forma de arma.
No podia creerlo, inconcientemente lo había hecho ¡Lo había logrado! Me había convertido, por primera vez, en mi forma de arma. Es decir, antes lo hice, pero solo en mi misma, transformando uno de mis brazos. Nunca había logrado materializar mi forma verdadera completamente y junto a otra persona. Ahora me encontraba en un espacio completamente infinito de pura oscuridad. Mi cuerpo estaba desnudo, pero irradiando una fuerte luz de color violeta y blanco. Además, extrañamente y aparte de aquel espacio negro, podía ver lo que sucedía en el mundo real.

-A-… Akira, puedo sentir tu alma. No me lo explico.

Dije, en un tono maravillado y sincero. Nunca había vivido algo como aquello, era extraño, pero de cierta manera lindo. Un gruñido me saco de mi tren de pensamientos. El demonio estaba ahora observando hacia nosotros, y se veía con la misma rabia y furia de antes. Pero ya no sentía miedo. Ahora me sentía segura y con mucha mas confianza. ¿Eso era lo que te dejaba la sincronización de almas con otra persona? No lo sabia, no podía responderlo, pero no importaba.

-¿Crees poder controlarme, Shinigami?

Pregunte a Akira, con un tono de voz entre burlón y serio. Si el aceptaba, podíamos terminar con todo aquello. Podíamos darle fin a la vida de aquel ser demoníaco.

Me parecia impresionante que aquella cosa permaneciera viva despues de todo lo ocurrido, aun asi, comparado con su poder, no seria mucha sorpresa, siempre continue observando a aquella cosa sin perder la vista de combate ni un solo segundo, un error y podria acabar conmigo, luego se levanto algo herido, pero algo cambio despues de aquello, al parecer ya se habia enfadado, eso podria darle una desventaja, aunque tenia que comprobarlo por mi mismo pero al parecer la mirada del demonio se desvio hacia reaper, podria ser que ya no tenia interes en acabarme, probablemente seria asi, fuera cual fuera el caso, me prepare para atacar si ese no fuera el caso, luego rapidamente salto directamente hacia reaper, trate de pararlo pero ya estaba algo lejos, posiblemente no llegaria a tiempo, luego ella se cubrio de una energia de un color muy oscuro, habra sido por parte del demonio?, probablemente, despues de ello, aquella oscura energia envolvio uno de mis brazos la cual despues se materializo en una parte de una armadura, al parecer era la forma de arma de reaper, sentia una fuerza aun mayor a mi fuerza regular, era algo extraño y nuevo para mi, asi como tambien podia sentir el alma de ella, ella dijo que podia sentir mi alma, seria ese un vinculo entre usuario-arma?
-Tambien puedo sentir tu alma..- le respondi a reaper despues del comentario que dijo que podia sentir mi alma, era algo curioso y yo tampoco me lo explicaba, aun asi, no perdi mi concentracion en el combate y observe al demonio directamente, luego ella dijo algo sobre si podria controlarla, le respondi con una amplia sonrisa en mi rostro.
-Acepto el reto!-
Luego corri hacia aquel demonio, y ese demonio hizo lo mismo, cuando nos cruzamos cara a cara, fue tan rapido que casi no se pudo distinguir lo sucedido, luego aparecio sangre del brazo opuesto a donde estaba la parte de la armadura, me hizo un corte algo profundo, pero logre con el brazo de la armadura cortarlo a la mitad, su cuerpo desaparecio despues de ello y lo unico que quedo fue su alma de color rojo oscuro flotando alli.

Respire hondamente y me prepare a mi misma para el avance final contra el enemigo. Akira avanzo y al mismo tiempo también lo hizo el demonio, llevando consigo la misma furia de antes. Estaba cayendo en el mismo error que había cometido yo con mi primer ataque, y el Shinigami lo aprovecho al máximo. De un momento a otro, el golpe final fue dado y el último aliento de aquella criatura fue exhalado. Sentí un leve escalofrió al sentir la carne de aquel ser siendo cortada por mi… Akira se las había ingeniado para partirle por la mitad. El suelo fue teñido de sangre, pero algo en mi interior me dijo que Akira también había salido herido. De alguna forma, yo también había percibido su dolor, en menor medida claro, pero lo había hecho. El cadáver, o las partes del mismo, quedaron a nuestra espalda, y del mismo una esfera roja salio a flote. Eso mi hizo soltar un suspiro de alivio. La batalla había terminado. Cerré mis ojos un momento y entonces, nuevamente, me convertí en aquella energía de color negro. Volví a mi forma humana, quedando a un lado del Shinigami, a quien dirigí una mirada algo preocupada.


-Akira ¿Estas bien?

Pregunte al ver el corte que había logrado hacerle el ser demoníaco, esperando que no fuera nada grave. Entonces, nuevamente sentí una punzada en mi mano lastimada, esta vez mas fuerte. Algo fastidiada, dirigí la vista hacia ella solo un segundo, y note que tenia un aspecto bastante mas feo que antes. Si casi estaba completamente morada. Gire mi cabeza para ver los restos de aquel ser, que, extrañamente, comenzaba a ¿Evaporarse? Era extraño, pero su cuerpo estaba volviéndose alguna especie de vapor… Pronto no quedarían restos. Solamente, su alma.


-Supongo que yo tendré que hacerme cargo de eso.

Dije con una sonrisa egocéntrica y un tono normal, como si no fuera la gran cosa. Internamente, en realidad, estaba algo nerviosa. Sabía que tenia que hacer, el problema es que incluso en la teoría sonaba desagradable, ya que debía comérmela. Bueno, no tan así, solo tragarla. Pero era igualmente extraño. Me acerque caminando, inclinándome y tomando la pequeña esfera con ambas manos. La observe curiosa unos momentos y luego, simplemente, me la lleve a la boca. La devore, sin degustarla, aunque a decir verdad no tenía sabor a nada, al menos, nada que yo recordara haber probado antes. Eso si, me dio una extraña sensación de frío por un momento, casi imperceptible. Luego me di la vuelta, para ver a Akira, quedandome por unos segundos sin saber que decirle.


-Bueno ¿Lo hicimos bien no?

Pregunte con una sonrisa colmilluda, mientras seguía viéndolo.


-Yo debo entregar un reporte a Shibusen sobre lo ocurrido, además de pasar por la enfermería. Tal vez incluso hable con Shinigami-sama… Si gustas, puedes acompañarme, que seguro también necesitas algo de atención medica.

Ofrecí, con tono calmo y casi indiferente. Sin embargo, de verdad quería que me acompañara. Era extraño, pero luego de haber sincronizado mi alma con la de el, sentía que ese encuentro tan extraño por el cual nos conocimos, no terminara solo allí.
Me di la vuelta, en dirección a Shibusen, y comence a caminar, sosteniendo mi mano herida. Pero, al dar un par de pasos, me detuve repentinamente. Sin dejar de darle la espalda, decidí hablarle una vez más.

-Rumiko. Mi verdadero nombre es Rumiko. Reaper es… Para las misiones.

Sin decir mas, seguí mi marcha a la academia, con una leve sonrisa en mi rostro.

Finalmente todo acabo, y en el mejor camino posible, tengo que admitir que fue una noche interesante y divertida, de milagro me las arregle para acabar a esa cosa pero tengo que admitir que fue algo dificil,y eso fue lo que lo hizo interesante, aunque me logro hacer una herida por suerte no muy profunda, al final vi aquella alma roja oscura.
,luego respondi a la pregunta de rumiko en un tono normal pero algo cansado.
-Mas o menos.-
Luego vi como seguido de volver a su forma humana, se comio,o mejor dicho, "trago" el alma del demonio derrotado, al final todo acabo de una buena manera, no podria afirmar el mejor de los escenarios pero si un buen final, luego me pregunto si lo habiamos hecho bien, aparentemente era una pregunta al azar o algo asi.
-Si, creo que si-
Luego dijo que era hora de entregarle un reporte al shibusen sobre lo que ocurrio,y que si gustaba, podria acompañarla, ademas, seria buena idea ir, ya que tal ves necesitara atencion medica, aunque no muy urgentemente, aunque quede pensativo unos minutos, despues me revelo su verdadero nombre, rumiko, luego de ello la segui al shibusen, debido a lo anterior dicho.